Los signos más comunes y visibles que afecta a la piel con el paso del tiempo son la pérdida de agua, la oxidación celular y las arrugas de expresión. Gracias al tratamiento hidratante y nutritivo se puede conseguir una revitalización, rehidratación y reestructuración global de la piel y prevenir del envejecimiento cutáneo y sus manifestaciones más características como son las arrugas, la deshidratación, las manchas y la flacidez.
¿Cómo se realiza el tratamiento?
La técnica utilizada consiste en la infiltración de una combinación de sustancias, muy superficialmente por debajo de la piel, en las propias lesiones y/o su periferia, o simplemente de la forma más dispersa posible por toda la cara y el cuello. Este cóctel de sustancias tiene varias propiedades: de carácter rehidratante como el ácido hialurónico; de carácter nutritivo y revitalizante, como las vitaminas y minerales; o de carácter reestructurante, como los aminoácidos.
La introducción se realiza por vía transcutánea; la inyección se realiza con jeringa y aguja de muy pequeño calibre, resultando prácticamente indolora. En los tratamientos generalizados (toda la cara y cuello) o en zonas más sensibles que puedan ser molestas se puede utilizar anestesia tópica (una crema anestésica que se aplica 15 minutos antes) o simplemente analgesia con frío (bolsas congeladas). Al final de cada sesión se pueden aplicar mascarillas cosméticas refrigerantes o descongestivas para contrarrestar el enrojecimiento y las molestias ocasionadas por las microinyecciones.
En definitiva, estamos ante el mejor tratamiento para combatir envejecimiento, todo gracias a sustancias que tienen la propiedad de hidratar por si mismas , estimular el ciclo celular y provocar la neoformación de colágeno provocando, desde el primer momento, una piel luminosa, hidratada, brillante, elástica, tersa y firme, y todo ello sin perder la naturalidad. Una autentica revolución para revitalizar y rejuvenecer la piel.
¿Cuanto tiempo duran sus efectos?
Los resultados del tratamiento hidratante y nutritivo son prácticamente inmediatos. Se recomienda una revisión pasadas 4 semanas para valorar la zona y ver la posibilidad de afianzar el tratamiento. Posteriormente se realizan sesiones de mantenimiento cada cinco o seis meses dependiendo del tipo de piel del paciente.
Preguntas frecuentes
Cuidados previos
Para la realización de este tratamiento no es necesario ninguna analítica previa ni pruebas alérgicas. Se aconseja, durante los 15 días anteriores al tratamiento, no aplicar tratamientos exfoliantes en la zona a tratar. En el momento de realizar el tratamiento la zona debe estar limpia y sin maquillar.
Hospitalización
En la unidad de Medicina Estética no se requiere hospitalización. El tratamiento se hace de forma ambulatoria en la propia clínica.
Duración del procedimiento
En general, de quince a treinta minutos. Una vez finalizado el paciente puede reincorporarse a su vida normal de forma inmediata.
Anestesia
Este tratamiento es prácticamente indoloro y no suele ser necesaria, aunque para reducir las molestias se puede aplicar anestesia tópica (una crema anestésica que se aplica 15-20 minutos antes) o simplemente analgesia con frío (cubitos o bolsas congeladas).
Cuidados posteriores
Este tratamiento no deja señales ni ninguna señal externa. Si aparecen hematomas, remiten en 3 días aproximadamente. Se debe usar protección solar en caso de exposición los días siguientes al tratamiento.
En función del tipo de piel, puede aparecer algún hematoma o rojez, totalmente temporales, y en cualquier caso se pueden disimular fácilmente con maquillaje desde el primer momento